La instalación apunta a sugerir el carácter ominoso de la profecía de las tres brujas cuando le anuncian a Macbeth que morirá el día que el bosque se acerque a él.

Es un peculiar bosque de piezas en madera y cerámica, cuyo detonante es el texto de la tragedia de Macbeth de Shakespeare.

Son máscaras de formas disímiles pero vinculadas por el espíritu de civilizaciones arcaicas y remotas.

Al ser alargadas, apelan a una visión deshumanizada y agresiva y van de acuerdo con el contexto guerrero de una lejana edad de Hierro.

Siempre habrá un mensajero que anuncie que los bosques comienzan a moverse.